El diputado nacional por Santa Cruz, José Manuel Córdoba (Frente para la Victoria), planteó mediante un proyecto la posibilidad de desarrollar la energía nuclear en la provincia.
En la iniciativa, pide al Poder Ejecutivo nacional considerar la pertinencia de incluir la cuenca inferior del Río Santa Cruz, como potencial localización para las próximas instalaciones de generación eléctrica de fuente nuclear que requerirá el país, y que deben planificarse con suficiente anticipación.
Expresa el legislador, en los fundamentos de la propuesta, que la Patagonia han sido históricamente un exportador neto de energía y recuerda que, en algún momento, el carbón fue complementario para la producción eléctrica y siderúrgica, y aún hoy el Gobierno nacional realiza fuertes inversiones para potenciar el sector energético desde Río Turbio y 28 de Noviembre.
Agrega que el petróleo, como más tarde el gas, alimentaron hasta el presente las usinas y al sector productivo en general. También la hidroelectricidad efectuó un aporte sustitutivo al proceso de desarrollo y el bienestar de los argentinos, y más recientemente, la generación eólica hace su por ahora modesta contribución, señala.
Destaca que, por ello, el reconocimiento a la Patagonia por su rol como proveedor energético “es, sin duda, un acto obligatorio y cotidiano”, pero que “no por ello debe pasar desapercibido, hasta considerar que la energía disponible es, imperceptiblemente, un bien dado, es decir, algo que simplemente existe por el sólo hecho de su disponibilidad”.
Expresa que casi toda la dotación de recursos que posee la Patagonia ha sido movilizada y puesta en orden para asegurar el suministro energético a la Nación y que, sin embargo, aún no se ha manifestado en ella la presencia de energía nuclear, por lo que es presumible pensar que la indisponibilidad de conexión integral al sistema nacional ha sido un impedimento insalvable.
Aporta, como aspectos favorables a este emprendimiento, la efectiva disponibilidad actual que una línea de 500 KW, llegando a Pico Truncado y más tarde hasta el extremo continental, podría poner en consideración en la planificación energética la localización de una cuarta o quinta planta de generación eléctrica, con combustible nuclear en alguna localización que reúna los requisitos necesarios para ello, pensando en un horizonte cercano de cincuenta años.
“Entonces, más allá de recoger mediante esa línea las erogaciones de los emprendimientos hidráulicos que fueran postergados hasta hoy y de aquellos eólicos que hoy puedan disfrutar del avance tecnológico que le dan vigencia, queda, en consecuencia, salvada la instancia del transporte de energía, para evaluar la viabilidad de la instalación de una usina atómica”, sostiene Córdoba.
Indica que “en orden a la selección de una localización apta, surge por ejemplo la cuenca inferior del río Santa Cruz, donde encontramos una región poco antropisada, con disponibilidad de abundante caudal de agua para refrigeración (río Santa Cruz) sin alterar el ambiente, logística portuaria en Punta Quilla y, finalmente, una buena acogida por parte de los ciudadanos y gobernantes de esa jurisdicción, considerando una fiel comunicación de los impactos y beneficios de emprendimiento. Súmase a todo ello, el impacto de las externalidades benéficas de una instalación limpia, en un área de aún escaso desarrollo y de una gigantesca potencialidad”.
Agrega que “cabría considerarse, en consecuencia, incluir como un capítulo más en la política del sector energético, más particularmente en el sector nuclear, la evaluación de la instalación en la localización propuesta”.
Fuente: http://laopinionaustral.net/index.php?url_channel_id=1&url_publish_channel_id=40135&well_id=2
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